El deporte es una actividad saludable que cada día practican más personas, un 46% lo hace por lo menos una vez a la semana. Y uno de los complementos que más utilizan los deportistas para acompañar sus sesiones de ejercicio, sobre todo en espacios abiertos, son los relojes con GPS. Gracias a ellos pueden llevar un registro muy completo de sus actividades físicas y crear planes de entrenamiento personalizados.
Antes de comprar un reloj GPS deportivo, es normal plantearse si un smartwatch o una pulsera cuantificadora podrían servirnos igualmente.
Las pulseras de actividad y los smartwatches proporcionan una estimación de nuestra actividad diaria de forma continua: pasos, consumo de calorías, distancia recorrida e incluso algunos monitorizan el sueño. Por el contrario, los relojes con GPS son capaces de trackear la distancia, pero solo cuando los activamos. ¿El motivo? La activación del GPS consume muchísima más batería que los acelerómetros presentes en la gama baja de las pulseras inteligentes (ojo, porque algunos smartwatches de gama alta también incluyen GPS)
De este modo, los relojes GPS se emplean para controlar actividades concretas como puede ser correr, escalar o hacer golf y lo hacen de forma mucho más precisa. Asimismo, los relojes con GPS proporcionan otras métricas avanzadas del ejercicio: pulsaciones, desnivel o incluso nuestro consumo máximo de oxígeno...
Así que si buscas un dispositivo para ofrecerte una orientación de tu actividad, una pulsera de actividad es más que suficiente. Sin embargo si realizas deporte con frecuencia y tu objetivo es mejorar tus entrenamientos, un reloj con GPS será lo más indicado.
En qué características fijarse antes de comprar un reloj con GPS.
Duración de la batería
Es uno de los parámetros más importantes, los fabricantes suministran una autonomía orientativa que podría diferir del uso real que le demos, no obstante siempre debemos prestar atención a la autonomía con el GPS en uso, que será mucho menor.
Precisión en las mediciones: GPS, GLONASS, acelerómetros...
El Sistema de Posicionamiento Global o GPS es capaz de determinar la posición de un objeto en la Tierra con una precisión que puede ir desde centímetros hasta cientos de metros de distancia.
El GPS en un reloj nos permite conocer con una precisión que se sitúa en torno al 1 al 3% qué distancia hemos recorrido y por dónde hemos realizado la ruta**, eso sí, siempre que estemos en exteriores. No obstante, los obstáculos como árboles, días nublados o los edificios altos afectan al posicionamiento.
Sin embargo, en algunas localizaciones como en bosques densos o en alta montaña, el GPS puede no estar disponible. Es ahí cuando agradecerás que tu reloj también cuente con GLONASS, el sistema de geolocalización creado por la URSS (Global’naya Navigatsionnaya Sputnikovaya Sistema) que cuenta con 31 satélites en órbita. Si el GPS falla, con el GLONASS podrá proporcionarnos nuestra ubicación.
Otro sensor que encontramos en absolutamente todos los relojes con GPS son los acelerómetros, esos instrumentos incluidos en smartphones y werarables capaces de trackear la actividad y calcular distancias o ritmos de carrera durante las 24 horas o en interiores, lugares en los que el GPS no sirve para calcular la distancia.
Mapas
Algunos modelos de relojes con GPS incluyen mapas para poder ver dónde estamos y cuál ha sido el recorrido realizado, con información como el desnivel, accidentes geográficos, carreteras, térmicos (muestran las rutas más transitadas), etc.
Esta característica suele encontrarse en relojes de gama media o alta, generalmente de marcas con experiencia en el desarrollo de navegadores que proporcionan mapas actualizados y completos.
Lo más interesante de esta función es la posibilidad de marcar rutas para seguir durante la actividad, algo que nos ayudará a no perdernos y cumplir el recorrido planificado. No es una característica fundamental a no ser que tu actividad se realice al aire libre, como en alta montaña.
Medida de altitud
Algunos relojes con GPS miden la altura a la que nos encontramos y el histórico de altitud de nuestro entrenamiento, una característica importante para aquellos practicantes de montañismo, ciclismo o trail.
Mientras que los más básicos emplean el GPS, los más precisos combinan el GPS con un altímetro barométrico integrado para ofrecernos una altura más exacta gracias a la presión atmosférica.
Pulsómetro integrado
Si realizamos deporte con frecuencia y a gran intensidad, lo habitual es querer conocer cómo se comporta nuestro cuerpo con el entreno, especialmente nuestro corazón. Para empezar, controlar la frecuencia cardiaca nos ayuda a saber la intensidad deportiva que podemos soportar y con este dato, ver la evolución.
Cuando hacemos ejercicio, nuestros músculos requerirán un mayor aporte de oxígeno por parte del corazón que cuando estamos en reposo y este como consecuencia trabajará más rápido hasta un límite. Cuanto más ejercicio hacemos, más reducimos nuestra frecuencia cardíaca en reposo, algo que mejora nuestra salud de forma general pero que también nos permite aumentar nuestra capacidad deportiva, de nuevo hasta unos topes que serán función de nuestro estado físico, edad o genética.
En los relojes con GPS encontraremos modelos con un pulsómetro integrado en la muñeca o la opción de conectar vía Bluetooth con una banda al pecho que mida nuestro ritmo cardiaco (HR) con más precisión.
Resistencia al agua
Teniendo en cuenta su exposición al sudor y a las inclemencias del tiempo, lo normal es que la mayoría de relojes con GPS sean resistentes al agua, pero no con el mismo grado de resistencia. No obstante, todavía hay algún modelo centrado en el running con una resistencia limitada.
Con la mayoría podremos meternos en una piscina y nadar, pero hay modelos específicos que soportan la inmersión a mayor profundidad y las actividades en aguas abiertas.
Mientras que algunos modelos especifican a qué profundidad pueden sumergirse en metros, otros emplean atmósferas como suele hacerse con los relojes tradicionales:
5 Atm. Soporta salpicaduras, lluvia o nieve, natación, buceo, snorkel. Inadecuado para submarinismo y deportes acuáticos de velocidad alta.
50 Atm. Soporta salpicaduras, lluvia o nieve, natación, buceo, snorkel y deportes acuáticos de velocidad alta. Inadecuado para submarinismo.
Con el estándar EN13319 (para buceo): Soporta salpicaduras, lluvia o nieve, natación, buceo, snorkel y deportes acuáticos de velocidad alta y submarinismo.
Notificaciones
Aunque es una característica secundaria en este tipo de relojes, todos se integran con nuestro teléfono móvil para avisarnos de llamadas o mensajes, así como para almacenar los datos relativos a nuestros entrenos mediante conectividad y una app dedicada del fabricante.
No obstante, una buena aplicación y actualizaciones frecuentes pueden mejorar la experiencia de usuario, bien sea proporcionando más información, haciéndolo de manera más clara y gráfica o mediante la integración de otras apps como las de música en streaming, para escuchar música mientras entrenamos.
Diseño y materiales
Un aspecto fundamental es el tamaño de la caja, porque por lo general este tipo de relojes suelen ser bastante grandes y voluminosos (de 40 mm en adelante), con una estética que frisa lo militar. Si tienes la muñeca pequeña, algunas ediciones cuentan con varias tallas, aunque no es lo frecuente.
Un reloj que vamos a emplear para hacer actividades que implican polvo, sudor y golpes ha de ser resistente y cómodo para la práctica deportiva. En su mayoría, la correa es de silicona hipoalergénica para evitar cualquier reacción cutánea al estar en continuo contacto con la piel húmeda por el sudor. Las cajas de estos relojes con GPS están fabricados en plástico, aunque hay ediciones más premium que emplean materiales más premium como el acero inoxidable o la fibra de vidrio.
Finalmente prestaremos atención a la pantalla. Mientras que la de algunos es cuadrada, la de otros es circular, proporcionando un aspecto más suavizado.
La gran ventaja de que las cajas sean grandes es que las pantallas para visualizar los datos suelen ser cómodas para la vista, no obstante no todas las marcas y modelos ofrecen la misma experiencia de pantalla: las hay muy pequeñas y otras que alcanzan un buen equilibrio con los marcos, las hay mono color o a todo color, con panel antirreflejos... Asimismo, también hay modelos que permiten personalizar las esferas.